La vitamina D, un prestigio dorado

Por Aurélie SIFFRE, doctor en Farmacia en Francia.

VITAMINA D Y CRISIS SANITARIA

Antes de la crisis sanitaria, la vitamina D se recomendaba principalmente a los lactantes al salir de la maternidad, a los niños menores de cinco años por prescripción del pediatra, así como a algunas personas adultas, predominantemente mujeres después de la menopausia. En el mostrador, las peticiones voluntarias eran entonces limitadas, con la excepción de algunos adeptos a las cápsulas de aceite de hígado de bacalao, nostálgicos de los remedios de nuestros abuelos.

Pero, cuando en el comunicado de la Academia Nacional de Medicina del 22 de mayo de 2020  [1], ampliamente difundido por los medios de comunicación, se indicó que la vitamina D era interesante como complemento a otras terapias para tratar la infección del SARS-CoV-2, este anuncio provocó las semanas siguientes problemas de abastecimiento en las farmacias de las fórmulas de ampollas y gotas bebibles. Afortunadamente, los laboratorios reaccionaron muy pronto, ofreciendo un gran surtido de vitamina D, en comprimidos tragables, masticables, en gotas, en polvo, en spray bebible, de origen natural o sintético, sola o asociada con otros elementos destacados recomendados contra la Covid (zinc, vitamina C, etc.).

De hecho, la vitamina D contribuye a la absorción del calcio y del fósforo, relacionados con el mantenimiento de los huesos y dientes en condiciones normales y el funcionamiento normal de los músculos; pero también contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, sobre todo estimulando los macrófagos y las células dendríticas [1]. Por el efecto de los rayos ultravioletas del sol, esta prohormona llamada colecalciferol o vitamina D3 es sintetizada en la dermis, y activada después por el hígado (calcidiol) y el riñón (calcitriol) para volverse activa.

LA DEMANDA DE VITAMINA D

La demanda es tan grande en las regiones soleadas como más al norte, y afecta a todos los sectores de población: hombres, mujeres, niños, de todas las edades. En torno al ecuador, entre las latitudes 42oN y 42oS, una exposición regular y moderada al sol de 30 minutos en la cara y los brazos cubre todas las necesidades diarias del organismo en vitamina D. Fuera de estas latitudes, y sobre todo en invierno, se considera que la exposición diaria, por sí sola, no llega a cubrir las necesidades de vitamina D [4]. En este caso se aconseja recurrir a una alimentación con pescados grasos como el salmón, la caballa o la sardina, así como la yema de huevo, los menudillos y el queso, o aportar un suplemento oral.

VITAMINA D, CONSEJOS DEL FARMACÉUTICO

La vitamina D3 en forma de suplementos alimenticios puede ser de origen animal (lanolina) o vegetal (con frecuencia extraída de las algas), adecuada para una alimentación vegana. ¡Los pacientes solo tienen que elegir!

Conviene saber que la referencia nutricional promedio (RNP) es de 15 microgramos al día para los adultos [2].

[1] French National Academy of Medicine’s press release of 22 May 2020
[2] ANSES, vitamin D
[3] OpinionWay para Synadiet
[4] FAO, vitamin D
[5] Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics