Estrés, magnesio y suplementos alimenticios

¡Ya vuelve la actividad! Regreso al colegio, al trabajo, nuevo ritmo, hace fresco y caen las primeras lluvias al volver de noche, los días son cada vez más cortos…

Y esto, obviamente, tiene repercusiones negativas en la vida profesional y social[1].

¿Qué es el estrés en concreto?

El estrés es un proceso fisiológico de respuesta del organismo a una agresión. Se distinguen tres fases: la reacción de alarma, la resistencia y la fase de agotamiento. Este es, fundamentalmente, el caso del «burnout»[2].

No hay que confundir estrés con ansiedad. De hecho, la ansiedad es una emoción que se puede derivar del estrés.

Aunque su acción puede ser benéfica en algunos casos, un estrés crónico puede estar en el origen de muchas patologías graves. Para eso, hay métodos suaves que pueden limitar el efecto del estrés en el organismo, como la sofrología o la relajación, pero también los suplementos alimenticios, antes de recurrir a la medicina alopática o en asociación con ella[3].

Por otra parte, estos productos son reconocidos por los consumidores: ¡en 2020 ha habido un aumento del 9,3% de cifra de negocio en 2020 en el segmento estrés sueño![4].

Algunos activos clave utilizados para el estrés

El magnesio, por supuesto.
Es un mineral esencial que contribuye a un metabolismo energético normal.

Según el estudio SU.VI.MAX, más de 7 de cada 10 franceses tienen un aporte de magnesio insuficiente, el aporte diario aconsejado es de 360 a 400 mg en las mujeres y de 420 a 500 mg en los hombres [9]. El magnesio se encuentra en gran cantidad en el chocolate, las legumbres, los cereales integrales, las nueces, las semillas, las verduras con hojas verdes oscuras, la levadura de cerveza, el germen de trigo y determinadas aguas minerales como algunas aguas minerales enriquecidas con magnesio[5].

También existen muchos suplementos alimenticios, con una dosificación máxima de 300 mg, asociados con frecuencia a la vitamina B6, que favorece la entrada del magnesio en la célula[6][7].

• Las sales inorgánicas se asimilan mal y son responsables de diarreas (cloruro, hidróxido de magnesio).
• Las sales orgánicas se asimilan y se toleran mejor (citrato, malato de magnesio, etc.), presentan una buena relación calidad precio, y se encuentran con frecuencia en las fórmulas.
• Los complejos orgánicos solubles (bisglicinato de magnesio) muy asimilables pero mucho más costosos [10].

Cabe señalar que diversos extractos de plantas han sido objeto de estudios clínicos sobre la regulación del humor y del estrés. Por ejemplo: extracto de azafrán, melisa y rhodiola rosea. Se suelen encontrar en las formulaciones de los suplementos alimenticios  “antiestrés”.

No dejemos que el estrés nos consuma

No dejemos que el estrés nos consuma: alimentación equilibrada, buenas noches de sueño, actividad regular… T si no es así, después de haber almorzado a toda prisa y de trabajar hasta tarde, moviendo los párpados brusca y repetitivamente, se sentirá cansado y estresado, y ya sabrá lo que tiene que hacer.

Para todos los desarrollos de complementos alimenticios:

[1] Fuentes: Conferencia de prensa de Synadiet del 8/12/2020 – Estudios Harris Interactive (noviembre de 2020) y Frost & Sullivan (junio y diciembre de 2019)

[2] Diccionario médico, estrés

[3] Wikipedia, estrés

[4] Fuente: Asamblea General Synadiet marzo 2021

[5] Vidal, suplemento alimenticio, magnesio

[6] ANSES, las referencias nutricionales en vitaminas y minerales

[7] Vidal, suplemento alimenticio, vitamina B6

[8] PubMed, Magnesium Status and Stress: The Vicious Circle Concept Revisited

[9] Estudio francés “Supplémentation en VItamines et Minéraux Antioxydants” SU.VI.MAX, 1997

[10] PubMed, Study of Magnesium Formulations on Intestinal Cells to Influence Myometrium Cell Relaxation